“…El argumento me recordaba a esas sagas fantásticas que tanto me gustan, pero tiene una peculiaridad: está increiblemente condensada. No sabría deciros cuántas páginas tiene, pero no creo que más de 200, y aún así consigue reúnir todos los elementos clásicos de una historia de fantasía épica; prescinde de los detalles y de lo superflúo, va muy al grano. Me ha gustado porque me ha parecido algo diferente…
“La historia nos sitúa en un mundo y una época indeterminado, aunque semejante a España en la Edad Media, como la mayoría de los libros de fantasía épica. Aún pervive la magia gracias a los magos soberbios que tienen una misión, la custodia de una cueva con poderes mágicos. Los emperadores que se suceden están obsesionados con conquistarlas y, cuando el último mago va a morir sin un sucesor, Clesadeyo se dispone a intentarlo, pero no preveía que pudiera pasar ese poder a su nieta, la primera maga soberbia…
“…La narración puede resultar un poco densa porque las frases son larguísimas, pero llegas a acostumbrarte a ese estilo tan singular. Se nota que está muy trabajado el estilo, es una de las cosas que más me ha sorprendido del libro, porque escribir así sin perderte (y sin perder a los lectores) en lo que estás diciendo me parece realmente complicado.
“Por último, lo que más me ha gustado del libro es quizá el final que incluye una reflexión sobre la inmortalidad. ¿Qué valor tendría la vida si supieramos que no tiene fin? ¿Nos aburriríamos? ¿Dejaríamos de buscar nuevas experiencias pensando que disponemos de todo el tiempo del mundo para vivirlas?…
“Es un libro que recomendaría a todos aquellos a los que les guste la fantasía, o les apetezca probar el género, pero que les de pereza empezar una de esas sagas tan largas y busquen algo más corto pero con el mismo espíritu. Aunque personalmente me gustan las historias con más detalles, es sólo mi opinión, y estoy segura de que muchos lo disfrutaréis.”.