Braulio Llamero

Bienvenido a la república independiente de mi página

Un libro y unas «rosas»

Soy desdichado. En mi provincia hoy no es el día del libro. Por culpa de la Comunidad Autónoma, ese ente. Los políticos, esos otros entes, decidieron hace tiempo, que el 23 de abril era el Día de Castilla y León. Y los libreros, pocos y acobardados, nunca se han atrevido a competir con ese día, pese a que en esta región, nadie tiene el menor aprecio por su Autonomía. En mi ciudad, en mi provincia, los libreros “celebran” el Día del Libro cualquier otro día, que no sea hoy. Lo detesto.

Por fortuna, el libro tiene mil vidas. Y la del papel y las librerías físicas no es la única. De ahí que sus amantes podemos celebrar su fiesta cuando queramos, cuando toque, aunque nos parezca mejor. Como escritor, a mi me gusta celebrar el Día del Libro 365 veces al año. Pero comprendo que eso es pasión de enamorado, sin lógica ni razón. Así que lo celebro hoy, porque es cuando es. Y nada me gustaría más que, en la hermosa tradición de los catalanes, ofrecer una rosa a cuantos paséis hoy por aquí, saludando, mirando sin más, aunque no compréis nada en mi “zoco” virtual.

Para vender, está el resto del año. Hoy es día de festejar el libro, de cantarlo, de rebajar su precio y de compensar con rosas a quienes busquen uno. Y eso es justo lo que me propongo hacer.

Portada Beso Tiempo ebook_2Llevo regalando ebooks, libros electrónicos, todo el mes, y para hoy he reservado uno especial: EL BESO DEL TIEMPO, mi novela. Hoy y solo hoy, podéis descargarlo gratis, en Amazón.

Pero, además, como no puedo daros rosas, se me ocurrió hace semanas preparar una modestísimo ramillete… de versos. De poesía, sí. Nunca he publicado poesía, lo cual no significa que no la haya escrito. Me gusta cultivar cualquier género y tengo especial debilidad por los géneros “muertos”, como el teatro, los antiguos bestiarios o la poesía. Sí: sé que en la actualidad hay muchos que se dicen poetas, ¡legiones de ellos!, pero lo considero un género muerto por carecer de lectores. Y no es porque los lectores no quieran poesía, es porque la poesía contemporánea espanta a los lectores (poned las excepciones que gustéis, pero serán solo eso, excepciones).

Portada Insomnio gatos  copia 2Decía, pues, que he preparado como segundo regalo de este día tan especial, un ramillete de florecillas líricas, de las muchas que tengo escondidas por los cajones. Le he dado forma de libro mínimo, de “plaquette”, y lo he titulado “EL INSOMNIO DE LOS GATOS”. También podéis descargarlo hoy y mañana en Amazon, gratis.

Son mis dos regalos para este día especial: el libro y el ramillete de metafóricas rosas. Con mi agradecimiento por estar ahí, por pasar de vez en cuando por aquí, por abrir un libro y leer.

FELIZ DÍA DEL LIBRO.

2 comentarios el “Un libro y unas «rosas»

  1. Braulio Llamero
    23/04/2014

    No es necesario un Kindle para leer un libro de Amazon. Hay aplicaciones gratis en el propio Amazon con las que puedes leerlo en un ordenador, Smartphone o tablet. Lo que sí necesitas es cuenta a Amazon para hacer descargas, aunque sean gratis. Y si tienes un lector o eReader de otro tipo, te puedo decir programas gratis con los que puedes transformar la novela a ePub u otros formatos….
    Gracias por tu interés.

  2. olvido
    23/04/2014

    Hola Braulio, desgraciadamente no tengo Kindle, pero me gustaría muchísimo leer tu novela. Ya leí el primer capítulo y me encantó. A ver cómo me las arreglo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Información

Esta entrada fue publicada el 23/04/2014 por en Uncategorized.
Follow Braulio Llamero on WordPress.com

Categorías

Entradas y Páginas Populares

Entradas recientes: Los Minicuentos

La grúa

Esto era un hombre subido a una grúa gigante. Veía a la gente, en las calles, como si fueran hormigas. —Qué grande soy -se decía. Un día perdió su trabajo y se quedó en la calle. Cuando pasaba por la zona, miraba la enorme grúa que ahora manejaba otra persona. —Ni se ve al que […]

  • 53.404 visitas
A %d blogueros les gusta esto: